CUIDADO! con la gente falsa que usa el nombre de Dios para manipular los
actos de los débiles de mente y espíritu. Se meten en sus vidas cual si
fueran ángeles salvadores y en la oscuridad proyectan sus malvados planes.
Primero dicen qué hacer y cómo conducirse por la vida, tiempo después se
configuran en ordenadores y estafadores encubiertos. Mienten y venden un
aparente mensaje de Dios que existe impresa en la Santa Biblia para sus
planes oscuros. Tegiversan el plan de Dios. Causan División, marginan, aíslan
a la persona para luego introducirlo en la sociedad que crearon para
abstraerlos del mundo. La estafa no solo puede ser dineraria sino que también
espiritual, social, familiar, o puede ser el conjunto de todas ellas.
El individuo se autoenajena de su circulo social para desfallecer sin
voluntad propia en otro, el cual lo hace sentirse en una aparente libertad
percibida por su conciente, pero el inconciente y la necesidad del alma es
mas fuerte, y ante este vacío tarde o temprano la persona se doblegará
buscando al verdadero Dios, al de la unión, al de la familia, al de la
realidad sin dibujos abstractos y falsos. Su alma, su mente, su cuerpo están
aprisionados.
El arma principal de los enajenadores es el mito en interrelación con los
textos diversos de la Biblia. Algunos se hacen llamar profetas, otros que
tienen dones tales que les permite curar a las personas enfermas; resucitar
muertos; tener visiones del futuro, del presente e incluso del pasado. Se
hacen ver omnipotentes, omnipresentes y superiores al común de la gente.
Muchos de ellos enseñan que su palabra es ley y que además tienen la
capacidad de percibir situaciones negativas del entorno de la víctima. Esta
es un arma de mayor uso de los enajenadores, es la favorita, porque después
de haber estudiado la mente y la vida de la víctima puede ser usada de forma
muy certera.
CUIDADO...estos falsos hijos de Dios no son más que servidores del Diablo y
se los detecta porque en su discurso no hablan del plan de Dios y su hijo
Jesús, el salvador, sino principalmente lo describen como un moralista (demaración de lo
bueno y lo malo), tradicionalista (si no usas traje y corbata no sos digno
de ingresar a un templo) y sobre todo sectista (si la familia no entra a la
religión es porque no están del lado de Dios, tiempo al tiempo, hasta
entonces debilita vínculos con ellos).
---Plus de Información---
Conocer para prevenir
Con el fin de prevenir, es útil conocer las características más comunes de una secta que, según el ya mencionado J. Rodríguez, son:
- Ser un grupo cohesionado por una doctrina y encabezado por un líder carismático que pretende ser un favorito de Dios.
- Tener una estructura teocrática, vertical y totalitaria, donde la palabra del líder es dogma de fe. El líder exige que sus órdenes sean ejecutadas sin la menor crítica.
- Exigir una adhesión total al grupo y obligar bajo presión psicológica a romper con lazos sociales anteriores a la entrada al culto.
- Vivir en dependencia del grupo.
- Suprimir las libertades individuales y el derecho a la intimidad.
- Controlar la información que llega hasta sus adeptos, manipulándola a su conveniencia.
- Utilizar técnicas psicológicas y neurofisiológicas que sirven para anular la voluntad y el razonamiento del adepto.
- Propugnar un rechazo total de la sociedad (o “ del mundo ” en lenguaje evangeloide ) y de sus instituciones.
- Tener como actividad principal el proselitismo y la recaudación de dinero.
- Obtener, bajo coacción psicológica, la entrega de grandes sumas de dinero.
Permanecer vinculado a uno de estos grupos puede llevar al adepto a las siguientes consecuencias: pérdida de la capacidad de elección y libre voluntad; disminución de la habilidad intelectual, lenguaje y sentido del humor; disminución de la capacidad para establecer nuevas relaciones personales; reducción del poder de abstracción; distintos trastornos tales como alucinaciones, pánico, disociación, culpa y paranoia.
Con el fin de prevenir, es útil conocer las características más comunes de una secta que, según el ya mencionado J. Rodríguez, son:
- Ser un grupo cohesionado por una doctrina y encabezado por un líder carismático que pretende ser un favorito de Dios.
- Tener una estructura teocrática, vertical y totalitaria, donde la palabra del líder es dogma de fe. El líder exige que sus órdenes sean ejecutadas sin la menor crítica.
- Exigir una adhesión total al grupo y obligar bajo presión psicológica a romper con lazos sociales anteriores a la entrada al culto.
- Vivir en dependencia del grupo.
- Suprimir las libertades individuales y el derecho a la intimidad.
- Controlar la información que llega hasta sus adeptos, manipulándola a su conveniencia.
- Utilizar técnicas psicológicas y neurofisiológicas que sirven para anular la voluntad y el razonamiento del adepto.
- Propugnar un rechazo total de la sociedad (o “ del mundo ” en lenguaje evangeloide ) y de sus instituciones.
- Tener como actividad principal el proselitismo y la recaudación de dinero.
- Obtener, bajo coacción psicológica, la entrega de grandes sumas de dinero.
Permanecer vinculado a uno de estos grupos puede llevar al adepto a las siguientes consecuencias: pérdida de la capacidad de elección y libre voluntad; disminución de la habilidad intelectual, lenguaje y sentido del humor; disminución de la capacidad para establecer nuevas relaciones personales; reducción del poder de abstracción; distintos trastornos tales como alucinaciones, pánico, disociación, culpa y paranoia.
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